Cubiertos brillantes, clientes contentos

LOS CUBIERTOS, SIEMPRE IMPECABLES

Cuando llevas años trabajando en hostelería sabes de sobra la importancia de disponer de cubiertos impecables en todo momento en tu restaurante. Al igual que en las habitaciones de hotel los clientes exigen el nivel máximo de higiene. 

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Mantener una limpieza excelente es sencillo cuando hacemos la apertura y son las 10 de la mañana. Sin embargo, conforme va pasando el día, empiezan los agobios, llegan grupos de clientes – todos a la vez – se empiezan a agotar los platos y cubiertos limpios, en la cocina no dan a basto…

Por ello, es importante tener un plan de trabajo común tanto para los camareros, como para cocineros, limpia platos y jefes de sala. Una estrategia sistemática a seguir para que nuestro restaurante funcione perfectamente tanto con 10 clientes como con 100.

Pero hoy os hablaremos de otra cosa.

  • ¿Cómo podemos mantener nuestra cubertería como nueva tras muchos usos?
  • Los cubiertos y gran cantidad de menaje de hostelería están fabricados en acero inoxidable. ¿Por qué?
  • Qué productos y maquinaria son ideales y cómo se usan

Un par de vídeos de máquinas abrillantadoras de cubiertos profesionales para que veas todo el trabajo que puedes ahorrarte.

¿Por qué cubiertos de acero inoxidable?

Básicamente porque es un material duradero, fácil de limpiar, y que reluce sobre la mesa. Sin embargo, con su uso, como le pasa a la mayoría de los metales, puede llegar a oxidarse, por lo que precisa de un correcto mantenimiento y cuidado. Afortunadamente, éste es fácil y nada tedioso. Es un material compuesto por metales como el cromo o el níquel que hacen que, a diferencia del hierro o el acero, no se corroa fácilmente, creando una película en su superficie que protege el metal de la corrosión. Sin embargo, esta capa es la que puede llegar a estropearse si no se cuida de la forma adecuada.

Tipos de acero inoxidable para cubiertos

Además, del acero inoxidable podemos encontrar de diferentes series. Las más comunes en la industria hostelera con las series 400 y 300 y para los cubiertos de hostelería se utilizan principalmente aleaciones que se representan con los números 18/10 (18% cromo y 10% níquel), 18/0 y 18/8. Los de menor calidad serian los 18/0 ya que no tienen níquel. No obstante, estos cubiertos son los de menor precio y pueden ser perfectos para comedores donde suelen perderse o extraviarse los cubiertos con facilidad como aquellos donde hay niños (comedores escolares, casas de colonias o comedores sociales)

Los cubiertos de acero inoxidable se estropean por los siguientes motivos

Abrasión Mecánica (desgaste): Uno de los principales problemas que sufren los cubiertos con el paso del tiempo son las rayaduras y arañazos, bien sea por el uso de cepillos como por el roce en las máquinas limpiadores.

Agua: El agua no estropea el acero inoxidable, no nos engañemos. Pero lo que sí lo hace es la cal y los depósitos de agua que en ocasiones quedan en la superficies de los cubiertos, que acaban creando manchas y rompiendo la capa de protección superficial.

Cloruros: son compuestos que están presentes en el agua, los alimentos, y sobre todo, en muchos limpiadores tanto domésticos como industriales.

Consejos para el cuidado de cubiertos

Una cosa hay que tener siempre clara: no se deben utilizar las mismas herramientas de limpieza para todos los objetos que utilizamos en una cocina. En el caso de los cubiertos, los paños suaves, esponjas o paños de microfibra son los mejores. Además, éstos últimos aseguran que el acero inoxidable mantenga su apariencia como el primer día.

Hay que evitar en todo caso los raspadores, esponjas de alambre o acero o cualquier otro instrumento que pudiera rayar la superficie de nuestros cubiertos. Se deben utilizar también los productos químicos correctos de limpieza, así como la maquinaria específica para este tipo de utensilios.

¿Cómo hay que proceder para el buen mantenimiento de nuestros cubiertos?

  1. Ante todo, retirar siempre los restos de alimentos o bebida tan pronto como sea posible. Si por ejemplo dejamos una cucharilla en una taza de café manchada durante dos horas, será más difícil arrancarle la suciedad, y además, estaremos fomentando que el cubierto se estropee prematuramente.
  2. Si tenemos gran cantidad de cubiertos con restos de alimentos ya secos y suciedad incrustada, mételos en un barreño con agua caliente durante media hora antes de introducirlos en la máquina lavavajillas.
  3. Máquina Lavavajillas. Puede parecer algo muy lógico, pero en muchas ocasiones, cuando trabajamos bajo presión, se nos olvida llevar a cabo los pasos más sencillos. Recuerda cambiar el agua del lavavajillas tras unos cuantos lavados. Vacíala, limpia los restos de alimentos que quedan en el depósito, y vuelve a llenarla. Controla también que el lavavajillas tenga producto suficiente (jabón, abrillantador…) para que el resultado sea óptimo.
  4. Una vez limpiados los cubiertos en nuestra máquina, puedes pasarlos por la máquina abrillantadora, que le dará el último toque de brillo y hará que luzcan como nuevos.
  5. Si no disponemos de dicha máquina, déjalos de nuevo en remojo con agua templada y un chorreón de vinagre.
  6. Luego, saca uno por uno y con un trapo blando frótalo hasta que no quede ningún rastro de agua.

*Al pulirlos: hazlo siempre en dirección de la veta del metal (al igual que lo harías con la veta de la madera). Las vetas te indican la dirección en la que debes frotar tus cubiertos para un mejor resultado.

Productos NO abrasivos para limpiar cubiertos

El bicarbonato: es un producto muy a tener en cuenta en hostelería, ya que, además de ser económico, permite dejar los cubiertos limpios de forma fácil y rápida.

Para llevar a cabo la limpieza de nuestra cubertería, tenemos que utilizar un recipiente amplio lleno de agua caliente y añadir dos cucharadas del producto. Remover bien la mezcla para que el bicarbonato se disuelva.Luego sólo tendremos que introducir nuestros cubiertos, y esperar 5 minutos.

Finalmente, enjuaga todas las piezas y sécalas con un paño limpio. El bicarbonato no sólo ayudará a limpiar y abrillantar, sino que también sirve para eliminar algunas manchas más complicadas.

Amoniaco o alcohol: si algunas piezas tienen manchas oscuras que lavado tras lavado no logras quitar, puedes utilizar un algodón empapado en alcohol, y frotar hasta que la mancha desaparezca. Luego sólo tienes que lavar bien con jabón.

Cebolla: es un alimento infalible para quitar el óxido de los cubiertos. El óxido es muy común en piezas utilizadas durante largos periodos de tiempo lavadas con lavavajillas y que han estado en contacto con sal o cal. En este caso, untar un poco de azúcar con cebolla y frotar suavemente hasta que el óxido desaparezca. Deja actuar la mezcla, y después lava los cubiertos como de costumbre.

Aceite: específicamente, el aceite de oliva o aceite de limón. Es un producto muy indicado para limpiar y desinfectar utensilios de acero inoxidable. Además, éste último deja un olor refrescante y agradable. Es un producto perfecto para eliminar las rayaduras en el metal. Aplica un poco en un paño suave, y frota con suavidad el cubierto.

Cubiertos brillantes, clientes contentos

¿Y si tus cubiertos son de plata?

La plata es otro elemento que con el paso del tiempo es fácil que pierda su brillo original. Para mantenerlos como nuevos, coloca en el fondo del recipiente que vayas a utilizar papel de aluminio.

Utiliza de igual manera agua caliente, y añade sal marina. Introduce todos los cubiertos que quieras limpiar, y deja actuar 5 minutos. ¡Luego solo tendrás que enjuagar y secar un con trapo!

Importante: no mezcles los cubiertos de acero inoxidable con los de plata en el lavavajillas. Trata de limpiarlos por separado para asegurar su brillo y duración.

¿Cómo colocar los cubiertos en el lavaplatos para que luzcan siempre como nuevos?

Usa siempre el programa de lavado que más se ajuste a tus necesidades en cada momento. La suciedad de los cubiertos no siempre es la misma, es por ello que debes utilizar programas más intensos o abrasivos si tus cubiertos así lo precisan. Pero si no, utiliza lavados normales, que hará que cada pieza mantenga su aspecto inicial y su brillo.

Separa también las diferentes piezas, colocando las cucharas con las cucharas, los tenedores con los tenedores, etc. No sólo se limpiarán mejor, sino que te facilitará el trabajo posterior de colocación en el lugar donde los guardes. Controla también que no se queden pegadas unas piezas con otras para que el lavaplatos pueda trabajar con mayor eficacia.

Revisa que los cubiertos se hayan lavado correctamente. Muchas veces es necesario un segundo lavado, bien porque el ciclo elegido no era el adecuado, o por falta de producto en la máquina lavavajillas.

¿Cómo secar los cubiertos?

En momentos de estrés, lo más normal es hacer lavados rápidos, y no secar los cubiertos de uno en uno para ahorrar tiempo e ir más rápido. Pero para obtener un resultado óptimo, trata de secarlos a mano con un paño seco y suave, aunque aparentemente parezca que ya están secos, y si es posible, de uno en uno. Así te podrás asegurar que no quede ningún tipo de manchas.

Existen máquinas abrillantadoras que, en momentos de mucho trabajo, ayudan a agilizar todo el proceso. Con ellas sólo tendrás que pasar tus cubiertos por la máquina lavavajillas como de costumbre, y después introducir tus cubiertos en la máquina abrillantadora. En algunos restaurantes más exigentes, después de utilizar dicha máquina, pulen los cubiertos de nuevo con un trapo seco. Recuerda que si al cabo de un rato el trapo acaba húmedo, cámbialo por otro seco.

Las máquinas secadoras y pulidoras de cubiertos también hacen muy buen trabajo en lugares con gran volumen de comensales. Aunque éstas tienen tanto ventajas como inconvenientes. Por un lado, a largo plazo resulta ser una forma económica de ahorrar dinero en personal, por lo que invertir en dicha máquina dará rápidamente retorno de la inversión. Suelen ser muy rápidas, llegando a secar hasta 8.000 cubiertos por hora. Entre sus funciones se encuentra también la de esterilizar, por lo que para los comensales más exigentes, estarán comiendo con cubiertos casi como nuevos.

El único inconveniente de estas máquinas es que precisa una inversión inicial, y que al no ser un trabajo manual, siempre pueden quedar manchas o suciedad si la máquina deja de funcionar correctamente.

Recuerda que todos estos consejos son útiles si se practican de forma habitual para mantener tus utensilios como el primer día. Elijas el proceso que elijas, intenta que siempre sea el mismo, y que se haga de forma automatizada, para que cuando haya más trabajo, la tarea se realice de forma intuitiva y rápida.

Publicado: 28/02/2017. Revisado: 05/02/2020

2 comentarios en “Cubiertos brillantes, clientes contentos”

  1. Buenas tardes

    Me pongo en contacto de parte de una cadena hotelera, por si conocéis alguna empresa que se dedica a pulir vajilla y cubierto a gran escala.
    He intentado buscar en google pero no tuve mucha suerte….cualquier consejo, contacto, seria perfecto.

    Gracias
    Claudia

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