La hostelería en Salamanca

Bares y restaurantes de Salamanca; calidad, variedad y buen ambiente

Establecimientos singulares y otro más tradicionales, con una oferta variada y de calidad capaz de conquistar a los más exigentes. Así es la hostelería de Salamanca, una ciudad en la que disfrutar de la gastronomía y el ocio en un ambiente joven característico de las ciudades universitarias.

Salamanca es una ciudad capaz de conquistar por los sentidos. No sólo por la vista, gracias a la monumentalidad de sus calles, sino también por el gusto y el estómago. Como una de las ciudades más turísticas del centro peninsular y ciudad universitaria por excelencia, la oferta de bares, restaurantes, zonas para tapear o lugares en los que tomar copas se multiplican.

Espacios singulares y locales tradicionales se entremezclan en un entramado de propuestas culinarias y gastronómicas de gran calidad para hacer de Salamanca una ciudad con una oferta hostelera amplia, variada y capaz de adaptarse a todos los gustos, estilos y bolsillos.

Tanto es así que la hostelería se ha convertido en uno de los sectores más importantes de la economía salmantina, tanto de la capital como de la provincia. Y es que los establecimientos del centro histórico de la ciudad han sabido aprovechar su atractivo turístico mientras que en los barrios se pueden encontrar pequeños grandes establecimientos que tienen la calidad y la variedad por bandera para atraer a los más exigentes.

Pero si por algo destaca la hostelería de Salamanca es por el cuidado de la materia prima con la que trabajan y por su apuesta por la tradición y los platos típicos. Así, tanto en los bares de pinchos y tapas como en los restaurantes del centro y de los barrios se pueden degustar manjares tan típicos de la gastronomía charra como el jamón, los productos del cerdo, las patatas ‘meneás’, la chanfaina, el hornazo o la carne de Morucha.

De terrazas y mucho más

Ahora que se acerca el buen tiempo una de las mejores opciones para disfrutar de un buen vino y una buena tapa son las terrazas. Las hay por toda la ciudad y para todos los gustos y muchas de ellas se pueden aprovechar durante prácticamente todo el año a pesar del frío invierno, ya que disponen de estufas y mantas a disposición de los clientes.

Algunas de las más tradicionales son las de la Plaza Mayor como Cafetería Las Torres. Enclavadas en un lugar privilegiado, en el corazón de la ciudad, son terrazas con un ambiente excepcional. Las hay para todos los gustos: para tomar cafés y helados, vinos y raciones, disfrutar de la cocina de vanguardia o tomar unas copas.

Sin embargo, quizá una de las más bonitas sea la terraza del Hotel San Polo, muy cerca del centro de la ciudad, frente a la muralla y junto al río Tormes, ya que se asienta sobre las ruinas de una antigua iglesia del siglo XII. Todavía hoy puede disfrutarse de un buen vino o una copa entre los restos, perfectamente integrados en el complejo.

Para disfrutar de comidas y cenas con vistas a la Catedral hay un buen número de opciones en la Rúa Mayor, una calle muy céntrica plagada de terrazas que ofrecen menús a buen precio con todo tipo del platos y raciones. La pega: es una calle muy transitada.

Pero, si hay una terraza con una de las mejores vistas de la ciudad y en un enclave único esa es la de Pachamama, un chiringuito a la orilla del río con una buena carta para comidas y cenas que en verano permite disfrutar de la gastronomía entre árboles y con una vista privilegiada del Puente Romano, la Casa Lis o la Catedral, cuya iluminación, de noche, se refleja en el río. Es mejor reservar con antelación, ya que suele estar lleno.

Hostelería de Salamanca

Pequeños tesoros para descubrir la hostelería de Salamanca

Pero Salamanca es una ciudad de contrastes y tanto en el centro de la ciudad como fuera de él se pueden encontrar pequeños grandes bares con productos de calidad. Establecimientos que han conseguido hacerse un hueco con propuestas diferentes y amplias barras de pinchos.

En el centro se puede disfrutar de comidas y cenas en el Doze y buenos vinos y pinchos en el Bambú y El Patio Cordobés. Por su parte, el barrio del Oeste es uno de los barrios más populares de la ciudad y ofrece también propuestas hosteleras como el bar Manzano, cuya especialidad son las patas de gallo, o el Capitel, con una gran variedad de raciones. Es exquisito su pulpo con queso.

En el otro extremo de la ciudad, en el Camino de las Aguas, se encuentra El Café de Recuelo, un establecimiento moderno para tapear y tomar copas. No dejes de pedir su jamón cortado a cuchillo.

Locales emblemáticos versus nueva cocina de vanguardia

Para el visitante que llega a Salamanca es imprescindible la visita a algunos de sus establecimientos más emblemáticos. Casa Paca es uno de ellos, con una amplia barra de pinchos y una extensa carta en pleno centro de la ciudad. No dejes de probar su revuelto de farinato, un embutido muy típico de la provincia.

Otro de los establecimientos con sabor tradicional es el Mesón Cervantes, en la Plaza Mayor. Es necesario subir un empinado tramo de escaleras pero el local ofrece unas inmejorables vistas de la Plaza mientras se degusta su menú o su gran barra de pinchos, con una amplia variedad de tortillas rellenas con sabores sorprendentes.

Tampoco se puede dejar de visitar La Viga y sus famosas raciones de jeta o el Segundo, con una de las mejores patatas bravas de la ciudad. Para cafés con historia está el Novelty, lugar habitual para personajes de la historia como Miguel de Unamuno o Gonzalo Torrente Ballester, cuya estatua se encuentra en su mesa habitual, o la cafetería de la Casa Lis, un lugar único para momentos de ocio dentro de un museo de art noveau.

Y para cerrar el día con una copa y música son singulares el Tio Vivo, un establecimiento con una decoración especial y música en directo en numerosas ocasiones, y el Cum Lavde, en cuyo interior se recrean los arcos y balcones de la Plaza Mayor.

Sin embargo, frente a los locales más tradicionales han proliferado establecimientos modernos con cocina de vanguardia y tapas elaboradas al momento que ofrecen nuevas versiones de platos tradicionales, productos de calidad y propuestas gastronómicas diferentes para tapear o para comidas y cenas. Algunos favoritos son Las Tapas de Gonzalo, Tapas 3.0, iPan iVino, Musicarte o Jamón y Tapas.

Finalmente, también es visita obligada a la calle Van Dyck, muy cerca del centro y una de las zonas más tradicionales para tapear. Se trata de una calle repleta de bares a cada paso y con propuestas gastronómicas como montaditos, productos del cerdo, guisos o tostas de todo tipo. Algunos locales imprescindibles son El café de Chinitas con sus guisos, La Fresa o El Minutejo.

Todo esto ha hecho de Salamanca un lugar que lleva la gastronomía por bandera y con una oferta en hostelería para todos los gustos y necesidades.

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