El arte de congelar los alimentos

El arte de congelar los alimentos

El arte de congelar los alimentos

Hoy en día, son cada vez más las familias que optan por congelar los alimentos, en lugar de hacer compras diarias para tener alimentos frescos. Los motivos son muchos, economía, organización, comodidad, etc.

Este curioso aparato que, inicialmente comenzó siendo un accesorio de la nevera destinado a producir cubitos de hielo, hoy ocupa un lugar importante en la cocina familiar. En la segunda mitad del siglo XX los alimentos congelados pasaron de ser un producto de lujo a ser un producto común que podía adquirir cualquier persona. Actualmente, la familia moderna dispone de un congelador en la casa y congela prácticamente todo.

Decimos que congelar los alimentos es un arte porque no es algo que deba hacerse a la ligera. De hecho, si se hace mal puede estropear el producto, alterando sus características organolépticas.

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¿Qué efecto tiene congelar los alimentos?

Cuando congelamos, el agua que contiene el alimento se solidifica y los procesos biológicos (la proliferación de bacterias, por ejemplo) se detienen y algunos procesos químicos se enlentecen. Al solidificarse el agua forma cristales de hielo de mayor o menor tamaño. Si el congelamiento ocurre rápidamente formará cristales más pequeños que mantienen la estructura del alimento. En cambio, si el proceso demora más se formarán cristales más grandes que pueden deteriorar algunas propiedades del alimento cuando se descongele.

La congelación debe ocurrir lo más rápido posible. ¿Cómo lograrlo? Únicamente los congeladores industriales consiguen congelaciones ultrarrápidas. En el caso de los congeladores domésticos, lo ideal es que sean de 3 o 4 estrellas. El primero garantiza temperaturas de 18 grados bajo cero, mientras que el segundo alcanza los -24°. Los de dos estrellas no permiten congelaciones tan rápidas, produciendo un mayor deterioro del alimento.

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Tips para lograr una congelación rápida

Independientemente del tipo de congelador que tengamos en nuestro hogar, podemos llevar adelante algunas medidas que facilitarán el proceso. Por eso, te brindamos algunos consejos que pueden ayudarte a congelar los alimentos.

  • Dejar enfriar los alimentos en la nevera en lugar de ponerlos directamente en el congelador. Un alimento que esté más frío se congelará más rápidamente.
  • Cuando vayas de compras al supermercado, procura que los alimentos congelados sean lo último que agregues al carrito, para no romper la cadena de frío y que el alimento llegue lo más frío posible. Si dispones de bolsas térmicas para transportar el alimento sería aún mejor, aunque sabemos que esto no siempre es posible.
  • Otra opción que puedes implementar es introducir los alimentos en el congelador sin envolver y envolverlos directamente cuando ya estén congelados. Esto se sugiere porque los envoltorios usados tienen efecto aislante que retrasa considerablemente el proceso. Una vez que el alimento ya se congeló es importante envolverlo correctamente para que no se deteriore ni adquiera olores ajenos.
  • Congelar los alimentos en porciones pequeñas y si se fracciona un alimento intentar no apilar una pieza encima de la otra. Cuando el alimento que se va a congelar es de gran tamaño, solo se congela rápidamente su superficie. Mientras tanto, la congelación en su interior va a ser más lenta, lo cual no es lo ideal.
  • Otro tip importante es el orden en el congelador. Los alimentos deben estar separados entre sí, de modo que pueda circular aire entre ellos.

¿Cómo congelar los alimentos?

No todos los alimentos se congelan de la misma forma. Las carnes, por ejemplo, antes de congelarlas deben limpiarse correctamente, retirando la grasa y los huesos. Posteriormente hay que racionarlas en porciones y guardarlas en el congelador en bolsas selladas o envueltas en papel film con la fecha en que se congeló. Recuerda que puedes guardarlas primero sin envolver y envolverlas luego, siempre y cuando el resto de los alimentos de tu congelador ya estén congelados y correctamente envueltos o sellados.

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Respecto a las verduras, no todas son aptas para el congelador. Aquellas con mayor contenido acuoso, por ejemplo, es mejor no congelarlas. Para las que sí son aptas debes seguir los siguientes pasos. Primero lavar y cortar la verdura en partes pequeñas e introducirlas en un tupper o bolsa para el congelador. El siguiente paso es el blanqueado. Para ello debes hervirlas en una olla durante 1-3 minutos y luego escurrirlas y sumergirlas en agua fría y secarlas con papel de cocina.

Tip: para las verduras de hoja verde, adicionar unas gotitas de jugo de limón puede ayudar a conservar el color verde.

Finalmente, solo resta elegir el tipo de recipiente que usarás para guardar la verdura. Puede ser un tupper, una bolsa con cierre al vacío (es la mejor opción, ya que al no tener nada de oxígeno los vegetales no se oxidan) o una bolsa normal (no es la opción más recomendable, ya que conserva mucho aire en su interior).

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Las verduras que preferentemente no se deben congelar son: la verdura frita, ya que pierden toda su textura; los pepinos, porque es una de las verduras que más agua contiene; paltas, pierden su textura y no resultan muy agradables luego para comerlas; tomate, porque pierde textura y sabor; papas crudas, pierden su firmeza y quedan blandas al sacarlas del congelador.

En el caso de las  frutas el proceso es un poco más complicado, puesto que no pueden blanquearse previamente. Para que no pierdan su textura una solución puede ser cortarlas en trozos pequeños y sumergirlas en una solución con azúcar y ácido ascórbico (zumo de limón, por ejemplo), aunque nutricionalmente no es lo ideal. En el caso de los frutos del bosque y frutos rojos se congelan mejor por su pequeño tamaño y no necesitan tratamiento previo, pero sería el único caso. En conclusión, es mejor consumir la fruta fresca y no congelarla.

¿Qué pasa con el pescado? Es fundamental limpiarlo correctamente antes de congelarlo, igualmente descamarlo, quitarle el interior y la cabeza. Posteriormente, debe envolverse en papel aluminio o film para evitar quemaduras por el frío que luego estropeen la textura del producto. Además, es importante que el congelador alcance temperaturas de -20°C o menos (3 estrellas). De lo contrario, lo mejor es comprar el pescado ya congelado.

¿Qué te parecieron estos consejos para congelar tus alimentos? Esperamos que sean de tu ayuda y puedas implementarlos en tu hogar. Como habrás visto, congelar los alimentos es todo un arte que debe hacerse correctamente para luego disfrutar del resultado.

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